90% del comercio mundial se realiza a través de transporte marítimo y, pese a los conatos de guerra comercial, los volúmenes de intercambio de mercancías continúan aumentando, al tiempo que los puertos se convierten en puntos neurálgicos para estos procesos.
Como consecuencia, los terminales marítimos están en un constante proceso de crecimiento y en la búsqueda de eficiencias. Tan solo en los últimos cuatro años el volumen medio anual de los 50 principales puertos del mundo subió de 5,49 a 5,86 millones de TEU (Twenty-foot Equivalent Unit o Unidad Equivalente a Veinte Pies) –unidad de medida estándar en transporte marino–.
El crecimiento de los puertos se ha dado especialmente en China, que hasta 2006 solo tenía tres terminales en el Top 10 global y hoy tiene 7. Es más, a través de los puertos chinos se mueve 40% de los contenedores del mundo.
El puerto de Shanghái desde 2010 desbancó al de Singapur como el número uno del mundo. Hoy mueve la misma cantidad de carga que los cinco principales puertos de Estados Unidos.
En el top 10, que fue recopilado por Visual Capitalist, con datos del World Shipping Council, solo hay un puerto no asiático y es el de Jebel Ali, en los Emiratos Árabes Unidos.
Si el ranking se amplía a los 20 principales puertos clasifican dos europeos (el de Rotterdam en Holanda y el de Hamburgo en Alemania) y solo uno de todo el continente americano, el de Los Ángeles, Estados Unidos. Los demás también son asiáticos.
Los puertos colombianos no clasifican entre los 50 más grandes del mundo, pero sí se destacan en América Latina. El que mueve más carga es el de Cartagena, que es el cuarto de la región, seguido de Buenaventura, número 12 en Latinoamérica.
La creciente economía de los puertos es una de las caras amables de la globalización.